En nuestra institución, la seguridad no se improvisa: es el resultado de una planificación responsable y de la mejora continua de nuestros procesos internos.
Esta semana, en el marco de las tareas del taller, implementamos un nuevo protocolo operativo para la bajada de pluma durante trabajos de mantenimiento. El objetivo es claro: asegurar que cada paso se realice bajo los más altos estándares de seguridad, cuidando a nuestros colaboradores, protegiendo los equipos e instalaciones y estandarizando procedimientos que forman parte de nuestra operatoria cotidiana.
De esta manera, reafirmamos que la seguridad en el trabajo se planifica, se entrena y se ejecuta con compromiso, consolidando un puerto más seguro y responsable para toda nuestra comunidad.

